Es inevitable que los jóvenes de hoy en día den prioridad a la tecnología
antes que a la educación.
El gran avance de la tecnología ha hecho que los jóvenes que antes
estudiaban porque no tenían nada que hacer, que no tenían ordenadores ni nada por el estilo, hoy estén pendientes de
si funciona el ordenador, el móvil u otro tipo de dispositivo. Esta tecnología
ha traído desorden y, sobre todo,
conflictos entre la gente. Cada vez más, esta tecnología nos está alejando de
la realidad y nos convierte en adictos a ella.
También la tecnología ha afectado en la escritura de las personas, en la
redes sociales cometemos el doble de faltas de ortografía que antes
probablemente no cometíamos y que ahora haciéndolas vemos, por ejemplo, que en
dos frases cometemos muchos más errores a la hora escribir.
Otro conflicto de las redes sociales es el acoso que una persona puede
recibir por internet cuando alguien le ha jaqueado
el ordenador. Hay muchos casos donde jóvenes son acosados por otras personas que
solo tienen la finalidad de hacerles daño. Más tarde se dan cuentan del error
que han cometido pero ya no hay nada que hacer.
La tecnología nos hace olvidar de las tareas que una persona ha de hacer
diariamente, muchas personas olvidan el ejercicio físico, la tarea diaria que
mandan en el instituto y otras cosas a consecuencia de que están sentados todo
el rato delante del ordenador o bien delante del móvil, donde pierden la noción
del tiempo e incluso duermen menos horas de las recomendadas.
Podemos hablar de que una persona cuando esta todo el día en el ordenador
i/o cualquier aparato electrónico, la podemos llamar adicta a la tecnología. Por
eso, es mejor usar las redes sociales, solo para lo que fueron hechas, pero
procurando no caer en la adicción ni descuidar los estudios. Pueden llegar a ser
muy entretenidas, pero al final, existe el mundo real, y para sobrevivir en él
se necesitan conocimientos reales, fuera de la realidad virtual.
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